
¿Sabías que existen varios tipos de pellets y pueden tener diferentes colores? Es cierto que los más comunes y extendidos son los pellets de madera, también llamados pellets blancos, pero en el mercado son cada vez más comunes los pellets negros. Las diferencias entre pellets blancos y pellets negros son claras, al igual que sus características.
El uso de pellets tanto a nivel industrial como en el hogar está cada vez más extendido. No es para menos teniendo en cuenta sus grandes beneficios para el medio ambiente, además de sus ventajas a la hora de ahorrar en la factura de la luz. Ahora que sabemos que existen diferentes tipos de pellets en el mercado, ¿cuál nos conviene más? ¿Cuál es la principal función de cada uno?
Diferencias entre pellets blancos y pellets negros
Comencemos por la siempre útil descripción del producto. Los pellets negros son pellets de madera pero con unas características técnicas más avanzadas. Debido a su potencial, los pellets negros han pasado a ser uno de los principales sustitutivos del carbón para las empresas industriales.
Para alcanzar un pellet mucho más avanzado que el producto que vemos en las tiendas, deben seguirse dos procesos de índole tecnológica: torrefacción y explosión de vapor. La torrefacción es una forma de pirólisis, es decir, una degradación térmica en ausencia de oxígeno. La explosión de vapor, por el contrario, consiste en exponer el material al vapor saturado para una posterior liberación rápida de la presión.
El producto resultado tras aplicar ambos procesos, si lo comparamos con el pellet blanco, es un combustible de biomasa con un mayor poder calorífico y una cantidad de finos muy reducida, debido a su elevada dureza. Estas dos características convierten a los pellets negros en ideales para las grandes industrias. Además, tienen una mayor densidad de energía volumétrica por lo que su transporte se optimiza.
Sin embargo, no todo son ventajas. Los pellets negros requieren de un alto coste de producción que siguen impidiendo que muchas empresas puedan acercarse a ellos para sustituir al carbón. En la actualidad, parece que los beneficios que se obtienen a nivel técnico no compensan el incremento en el coste del proceso de producción.
Los pellets blancos, los de madera que conoces, son en cambio un biocombustible accesible para empresas y particulares. Su rendimiento técnico es muy interesante así como también su precio. Además, se trata de un producto mucho más estable que los combustibles fósiles, ya que no depende tanto de condicionantes externos, e incluso fomenta el empleo local. En Bioforestal puedes comprar pellets premium, es decir, pellets con unas características superiores a la media y cuyo desempeño es el óptimo para tu estufa, logrando un rendimiento excelente.
